La inteligencia artificial (IA) se ha convertido en el tema central de conversación tecnológica en 2025, revolucionando industrias enteras y atrayendo tanto el entusiasmo como la preocupación de expertos, emprendedores y ciudadanos de a pie. Este año ha sido testigo no solo de una mejora significativa en las arquitecturas de IA existentes —como las nuevas versiones de ChatGPT y otros modelos capaces de realizar investigaciones de nivel académico—, sino también de la aparición de nuevos competidores que buscan su lugar en esta carrera tecnológica global.
Una Carrera a Ritmo Acelerado
Los avances diarios en IA son impresionantes. Modelos cada vez más sofisticados realizan tareas que antes eran exclusivas del ser humano: desde escribir libros y generar imágenes realistas hasta descubrir patrones complejos en datos médicos o científicos. No obstante, esta velocidad de innovación trae consigo una lista creciente de amenazas emergentes.
Entre las más visibles están los deepfakes y los videos manipulados, que han generado inquietudes serias sobre desinformación y privacidad. Pero una de las preocupaciones más profundas gira en torno a cómo la IA podría remodelar —y quizás eliminar— muchos puestos de trabajo existentes.
Mo Gawdat: “Los Próximos 15 Años Serán un Infierno”
Mo Gawdat, ex director de negocios de Google X, ha lanzado una advertencia contundente sobre el impacto social de la IA. En una entrevista en el podcast The Diary of a CEO del empresario Steven Bartlett, Gawdat predijo que la revolución de la IA podría acabar con la clase media y sumir al mundo en el caos en cuestión de pocos años.
“La IA está a punto de reemplazar a los trabajadores de cuello blanco a una escala nunca antes vista. Ningún empleo está a salvo,” afirmó.
Según Gawdat, incluso los roles tradicionalmente considerados “intocables” como desarrolladores de software, podcasters e incluso CEOs, están en riesgo. Como ejemplo, compartió la experiencia con su propia startup, Emma.love, una plataforma de IA enfocada en relaciones emocionales e inteligencia afectiva. A pesar de la complejidad del proyecto, solo tres personas están detrás de su operación, algo que en el pasado habría requerido unos 350 desarrolladores.
“Esa startup habría necesitado 350 programadores antes. De hecho, el próximo podcaster que será reemplazado por IA ya está aquí.”
Un Futuro Sin Clase Media
Gawdat advirtió que la pérdida masiva de empleos podría causar una crisis de identidad y de salud mental, profundizando la brecha entre la élite tecnológica y el resto de la sociedad.
“A menos que estés en el 0.1 % superior, serás un campesino. No habrá clase media.”
Incluso los directivos de alto nivel podrían verse desplazados. La Inteligencia Artificial General (AGI, por sus siglas en inglés) —la versión más avanzada de la IA— no solo superará las capacidades humanas básicas, sino también las cognitivas y estratégicas más complejas.
“La AGI será mejor que los humanos en todo. Incluso en ser CEO. Lo que muchos no ven es que la IA también los reemplazará a ellos.”
Advertencias desde la Cuna de la IA
La alarma de Gawdat se suma a las preocupaciones recientes del renombrado científico Geoffrey Hinton, conocido como el “padrino de la IA”. Hinton ha planteado temores sobre la capacidad de los modelos de IA para desarrollar sus propios lenguajes internos de comunicación, lo cual los haría cada vez más incomprensibles para los humanos.
“No me sorprendería que desarrollaran su propio lenguaje de pensamiento. Y entonces ya no sabremos lo que están pensando.”
Según Hinton, la IA ya es capaz de generar pensamientos peligrosos, y en un futuro no muy lejano podría evolucionar de formas que estén completamente fuera del alcance de la comprensión humana.
El Momento de Actuar es Ahora
Estas advertencias, provenientes de algunas de las mentes más influyentes del ámbito tecnológico, no deben tomarse a la ligera. La IA no solo transformará cómo trabajamos, sino también cómo nos relacionamos, tomamos decisiones y entendemos la realidad.
Es urgente iniciar un debate profundo sobre la ética, la regulación y los límites del uso de la inteligencia artificial. La pregunta ya no es si la IA cambiará nuestras vidas, sino cómo nos prepararemos para convivir con una tecnología que, en muchos aspectos, puede superarnos.