Para muchos estudiantes con animadversión hacia las matemáticas ya representa suficiente tiempo de sufrimiento con todo el bachillerato y la escuela básica. Así pues, desde la aplicación de los primeros test vocacionales en sus últimos años de bachillerato, la preocupación está presente.
Desde entonces están alertas a identificar qué carrera elegir de forma tal de evitar más álgebra y ecuaciones trigonométricas. La “alergia” que le tienen les produce tal rechazo que buscan elegir una carrera universitaria que no tenga nada que ver con números.
En realidad, en el día a día todos nos beneficiamos de las matemáticas. Sin embargo, los alérgicos a la llamada reina de las ciencias aspiran a mantenerse bien lejos de las ecuaciones durante toda la carrera profesional.
Carreras universitarias sin matemáticas
Aquel clásico maniqueísmo entre ciencias y humanidades ha sido criticado últimamente por las escuelas holísticas y eclécticas. Se ha dicho que el hombre es un ser integral y que todos tenemos algo de científico y algo de humanistas. Más aún, algunos especialistas han afirmado que todo ser humano tiene la necesidad de desarrollar ambos hemisferios cerebrales. Tal debate lo resuelven en muchas universidades de primer nivel con estudios generales complementarios.
No obstante, está claro que un “alérgico” a las matemáticas haría bien en tratar de identificar su auténtica vocación entre las humanidades. Así pues, comenzando con el polo opuesto, las letras y la filosofía se presentan como opciones de carreras universitarias (sin matemáticas) para los más intelectuales. Le siguen el derecho, la psicología, la sociología, la historia y la geografía.
Obviamente, todas las ramas del arte también pueden ser consideradas como carreras universitarias sin matemáticas, incluyendo la pintura, la escultura, las ciencias escénicas (actuación y teatro). También caen en esta categoría las ramas de la salud, verbigracia, medicina, odontología, enfermería y radiología. Por supuesto, no puede faltar entre las carreras universitarias sin matemáticas las relaciones industriales, dedicadas a la gestión del recurso humano de las empresas. Asimismo, los estudios de idiomas y los estudios internacionales, con todo lo referido a la diplomacia tampoco implican contacto con las matemáticas.
La música y la matemática
El caso de la música merece mención aparte. Si bien es cierto que se trata de un arte, la teoría musical es, sin duda alguna, el arte más matemático de todos. Es por ello que puede ser controversial clasificar a la música como una de las carreras universitarias sin matemáticas.
Cabe recordar que fue, nada más y nada menos que, Pitágoras el creador de las primeras escalas musicales, por allá por el año 500 A.C. Sin embargo, está claro que quien tiene talento para la ejecución de un instrumento puede soportar una pequeña dosis de matemática incluida en la teoría. En todo caso, la dificultad no es mucha ya que se requiere simple aritmética para entender las relaciones entre los tonos y semitonos de cualquier escala musical. Será en la ejecución e intérprete donde el músico despliegue toda su vocación artística.