Con la pandemia y el teletrabajo está tendencia ha aumentado. Aprenda a reconocer si está cruzando la línea y cómo gestionar mejor su tiempo laboral y personal.
Si usted trabaja hasta altas horas de la noche, seis o siete días a la semana y aun estando enfermo, no sale de vacaciones ni disfruta de los fines de semana y, cuando lo hace, pasa el tiempo revisando informes, leyendo su correo o respondiendo llamadas de la oficina, tenga mucho cuidado, podría estar desarrollando una adicción al trabajo.
Gerald Díaz, psicólogo organizacional y catedrático de la Universidad Privada del Norte, explica que este es un trastorno en el que la persona tiene la necesidad obsesiva de pensar en el trabajo, al punto que descuida su vida personal y desarrolla estrés excesivo, dependencia e inestabilidad emocional.
“La diferencia entre el gusto por el trabajo y una adicción es la motivación. Cuando el trabajo nos gusta y nos hace sentir bien, lo realizamos con pasión y eso nos da satisfacción, pero cuando se trata de una adicción la persona tiene la necesidad de estar conectada todo el tiempo y pierde el disfrute. Además, no tiene fuerza de voluntad para luchar contra esta situación”, señaló.
El experto manifestó que este trastorno siempre comienza con una etapa silenciosa en la que la persona disfruta de su trabajo y es muy efectiva y productiva; pero llega un momento en que crea una dependencia, ya no controla sus horarios, lleva el trabajo a la casa, se impone más tareas de las que puede hacer y se presiona por cumplirlas, pero los resultados ya no son satisfactorios.
“Cuando el trabajo se vuelve una necesidad y causa estrés, ya hemos cruzado la línea y se nota de manera física y emocional porque la persona vive siempre tensionada, malhumorada y hasta se encorva. Asimismo, presenta cambios de estado de ánimo extremos, se aísla y deja de relacionarse con los demás, desarrollando problemas con la pareja o con la familia”, refirió.El excesivo trabajo, que suele ir de la mano con una mala alimentación y un descanso inadecuado, puede generar cansancio y debilidad y derivar en sintomatología física, causando gastritis, asma, sobrepeso e hipertensión, factores que pueden desencadenar episodios coronarios o accidentes cerebrales.Díaz advirtió que para quienes ya estaban predispuestos a esta adicción, la limitación del contacto social y la reducción de opciones de ocio por la pandemia ha sido un detonador para generar más ansiedad y estrés y eso los ha llevado a cruzar la línea hacia la adicción al trabajo.
De acuerdo con una encuesta realizada por Trabajando.com, el 62% de peruanos se considera adicto al trabajo.
¿Qué hacer para enmendarse?Si usted se identifica con este problema, siente que trabaja demasiado, no deja de pensar en el trabajo y considera que puede estar desarrollando una adicción, la recomendación es que busque ayuda profesional, pues no podrá salir solo de la dependencia. Debe tener en cuenta que los tratamientos deben ser personalizados, para llegar al fondo de lo que está causando el trastorno.
Sin embargo, Díaz dio algunas recomendaciones para no caer en esta situación:
- Evalúe si aún siente gusto por la actividad laboral que realiza o se trata de una dependencia.
- Tenga horarios establecidos. Aprenda a marcar límites, no trabaje horas extras y no vaya a trabajar pasada cierta hora o ciertos días.
- Equilibre su vida laboral y personal, reservando espacios para cada actividad. Pase tiempo con la familia, practique algún deporte o hobbie y salga de la rutina.