“Cuando el trabajo se vuelve una necesidad y causa estrés, ya hemos cruzado la línea y se nota de manera física y emocional porque la persona vive siempre tensionada, malhumorada y hasta se encorva. Asimismo, presenta cambios de estado de ánimo extremos, se aísla y deja de relacionarse con los demás, desarrollando problemas con la pareja o con la familia”, refirió.El excesivo trabajo, que suele ir de la mano con una mala alimentación y un descanso inadecuado, puede generar cansancio y debilidad y derivar en sintomatología física, causando gastritis, asma, sobrepeso e hipertensión, factores que pueden desencadenar episodios coronarios o accidentes cerebrales.Díaz advirtió que para quienes ya estaban predispuestos a esta adicción, la limitación del contacto social y la reducción de opciones de ocio por la pandemia ha sido un detonador para generar más ansiedad y estrés y eso los ha llevado a cruzar la línea hacia la adicción al trabajo.

De acuerdo con una encuesta realizada por Trabajando.com, el 62% de peruanos se considera adicto al trabajo.

¿Qué hacer para enmendarse?Si usted se identifica con este problema, siente que trabaja demasiado, no deja de pensar en el trabajo y considera que puede estar desarrollando una adicción, la recomendación es que busque ayuda profesional, pues no podrá salir solo de la dependencia. Debe tener en cuenta que los tratamientos deben ser personalizados, para llegar al fondo de lo que está causando el trastorno.